Con Vale en la playa.

- Si muero por lo menos me llevaré un recuerdo tuyo...-Reí.

Reí. -Y ese recuerdo.. ¿será bueno o malo?

- Creo que muy, muy, bueno.-LE contesté, con una sonrisa.

Sonreí aun más. -Me alegra oir eso..

- Pero aún no tengo el placer de comprobar tus habilidades con el boca a boca.-Le sonreí.- Y creo que me estoy muriendo.-Dije, llevandome una mano al pecho, teatralmente.

Me acerqué a él, riendo. -¿Verdaderamente lo necesitas?

- Tal vez... Un poquito...-Me hice el muerto, sonriendo.

Reí, recorriendo su rostro con una mano, en silencio.

Abrí un ojo, para observarla, sin dejar de sonreír.

Pasé un dedo por sus labios, observándolo.

Cerré el ojo y suspiré, esperando.

Acerqué mi rostro al suyo, mordiendo mi labio, dudando.

Sentí su respiracion cerca de mi rostro, busqué sus labios a tientas.

Suspiré, posando mis labios suavemente sobre los suyos.

Seguí el beso, rodeando su cintura.

Rodeé su cuello, sin separarme.

Me abrí paso hacia el interior de su boca, profundizando el beso.

Lo imité, explorando su boca, atrayéndolo hacia mí.

Seguí besandola, descubriendo el interior de su boca.

Jadeé en su boca, sin querer separarme de sus labios.

Besé su labio inferior, dulce. Acaricié su cintura, suavemente.

Sonreí contra sus labios, paseando mi mano por su cuello.

Cerré los ojos y suspiré. Roce mis labios con los suyos.

Besé sus labios, suave, sólo unos segundos.

Sonreí, besé su mandibula.

- ¿Salimos?-Le pregunté, mirandola.